El look de las embarazadas de hoy
Sí, seguramente cuando se le escucha hablar a una mujer embarazada sobre sus kilos de más, sus piernas hinchadas, la piel estropeada y que no encuentra nada que le siente bien, la gente tiende a pensar que está ante una persona frívola que sólo piensa en su aspecto personal. Por supuesto, porque esta mujer sólo debería pensar en el milagro de la maternidad, en la preciosa vida que se está gestando en su interior, en que su ilusión debería ser un parto sin dificultades y un bebé sano, y que merece la pena sin duda pasar por todas esas incomodidades a cambio de tener el honor de tener un hijo.
Pero, ¿sabes?, cualquier embarazada ya sabe eso y se siente muy orgullosa, aunque… aunque eso no hace que todas las penalidades del estado de gravidez existan, se sufran y sean muy reales. Porque verse lo más atractiva posible también forma parte de tener un embarazo saludable, aunque suene a pura preocupación por lo estético. Estrías, manos hinchadas, vientre abultado y a veces hasta ojeras es algo que no se puede evitar del todo cuando vas a tener un hijo, forman parte del paquete fisiológico, claro está; pero cuando la capa exterior puede mejorarse un poco y hacerlo a tu gusto, entonces las cosas mejoran, sobre todo a nivel psicológico, un lado del embarazo que antes no se tenía en cuenta, aunque eso por suerte ha cambiado.
Llegados a este punto, hay que reconocer que, en ocasiones, encontrarse con una tienda premamá le ha arregla do el día a más de una mujer en estado de buena esperanza (y de paso, a su marido, marido y allegados, eso de seguro). Considerarse poco atractiva en algún momento del embarazo es algo muy normal, y aunque de todas es sabido sobre todo si no eres primeriza, no se puede evitar que esa sensación te inunde, e incluso te lleve al borde de una pequeña depresión. Por suerte, las tiendas especializadas en ropa para embarazadas no han dejado de aparecer, conscientes sus dueños de que era un buen negocio potencial donde las hubiera; y, por si fuera poco, además el sector se ha movido a internet, donde la cantidad y la variedad de estas tiendas es casi ilimitada… ¡casi un paraíso para las embarazadas!
Luego, ya el uso que se haga de ellas es personal de cada una, pero al menos tranquiliza saber que hay pocas cosas que se necesiten y no se encuentren en ellas. El personal especializado puede dar mucha ayuda si, por casualidad, se necesita algo que no aparece a la vista, o se duda sobre algún producto, ellos son las personas adecuadas para echar una mano. Claro, siempre intentando que la clienta quede a gusto con las elecciones haciendo que le sean afines, pero también haciendo que lo que elijan vaya de la mano con sus necesidades. A veces, cuando se llega a una tienda premamá con el ánimo bajo, a una puede darle la vena consumista, y acabar comprando sin ton ni són; pero por suerte, siempre hay alguien que te asesore de buena manera.
Y como siempre, no hay nada que haga sentir mejor a una mujer que estar guapa, embarazada o no, y suene tan materialista y frívolo como quieran. Una mamá feliz es lo mejor que puede pasarle a su hijo, esté nacido o no; y los beneficios del buen estado emocional de una madre van directamente dirigidos a su bebé, que seguro que se alegra de que ella pase este tiempo de cambios lo mejor posible hasta su feliz llegada.